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Chi: Chikyū no Undō ni Tsuite (Tierra, sangre, conocimiento: sobre el movimiento de la tierra)

18 Mar 2025, 23:59
Mensaje: #1

Hint Chi: Chikyū no Undō ni Tsuite (Tierra, sangre, conocimiento: sobre el movimiento de la tierra)

Chi es un anime con una historia que nos permite tocar varios temas.
Voy a empezar por referirme a la densidad semántica del nombre en japonés y que, me parece, han hecho un buen trabajo quienes lo tradujeron al español y uno muy malo quienes lo tradujeron en inglés. En este último idioma lo tradujeron simplemente como Orb, pero en japonés la palabra Chi puede hacer referencia a las tres palabras con las que fue traducido el título al español. Esta densidad semántica en el idioma japonés ya nos informa de algo particular: el mundo, la vida (sangre) y el conocimiento son tres aspectos que van de la mano.
Me gustaría también referirme a la posibilidad de explicar con este animé la controversia epistemológica del siglo XX en torno a la forma en la que se desarrolla el conocimiento científico. En esta contienda se enfrentaron dos epistemólogos: Karl Popper y Thomas Kuhn. Popper proponía que, a través del método hipotético deductivo, se pudieran enunciar proposiciones con un gran temple para ser verdad (hay que recordar que cualquier teoría siempre va a ser reemplaza por una mejor y, por lo tanto, ninguna termina estando 100% comprobado). Este temple, esta fuerza de una teoría, se probaba intentando negarla. Mientras más embates resiste una teoría, más fuerte es. Ahora bien ¿cómo debe actuar actuar un científico si su teoría recibe un embate que prueba su debilidad? Para Popper el científico debía tener una integridad ética que le permitiese abandonar tal teoría de forma inmediata. Así, para Popper la ciencia avanza de forma lineal, ininterrumpida, racionalmente de una teoría que supera a otra.
Thomas Kuhn, por otro lado, observó que en la historia de la ciencia (y casualmente toma como paradigma para explicarlo la controversia en torno a la revolución científica sucedida en torno al geocentrismo y el heliocentrismo), observó, decía, que los científicos o investigadores, suelen hacer lo contrario: cuando una observación niega su teoría, inventan hipótesis ad hoc que la salvan. La teoría geocéntrica, que a nosotros ahora nos puede parecer tonta, era en realidad un sistema cosmológico muy complejo. Se intentaba explicar el movimiento de todos los astros con la figura geométrica del círculo. Como se ve con el compañero de Oczy, hay astros que no siguen un recorrido completamente circular: se puede ver en el cielo como los planetas (palabra que en griego significa errante) se mueven de forma lineal hasta que empiezan a retrogradar ¿cómo solucionaba este problema el geocentrismo? proponía nuevos círculos que explicaran esos movimientos.

Video sobre modelo homocéntrico: .

Pero esto trae nuevos problemas: agregar círculos nuevos requiere siempre que se suponga la existencia de muchos más hasta el infinito. Cuando aparece la teoría heliocéntrica se pueden empezar a explicar estos fenómenos y otros muchos que eran inexplicables desde la teoría geocéntrica. Entonces Thomas Kuhn consideraba que había 3 momentos en la ciencia: un periodo de ciencia normal, que sucede cuando una teoría es aceptada y la comunidad científica elabora conocimiento teniéndola como fundamento; un período de crisis, en el que aparecen observaciones que son inexplicables para el paradigma (anomalías); y, por último, un período de revolución científica, en el que una teoría nueva supera a la anterior y puede explicar no solo la que la otra no podía, sino también una serie de hechos nuevos.
En la época en la que se postula el heliocentrísmo aparece el telescopio (aun no vi el último capítulo, pero me sorprende que hasta ahora no haya aparecido). Ya con el telescopio se podía observar de forma más o menos directa cómo está ordenado el sistema solar ¿y qué sucedía? aquellos que eran adeptos al geocentrismo se negaban a ver por el aparato; si lo que veían contradecía sus concepciones sobre el universo, no era solo esto lo que estaba en juego, sino también su modo de vivir, su fe, su ética, la mitología que sostenía su vida entera.
Todo esto lo podemos ver muy bien en Chi: Chikyū no Undō ni Tsuite. Cada personje no está interesado solamente en el cielo, sino que en su visión del cosmos ponen en juego muchísimo más. Cuando el compañero de Oczy le cuenta que comenzó a observar a Marte porque había encontrado algo fijo en el cosmos que le devolvía la fe, que le hacía creer que el orden del cielo y la Tierra eran compartidos y formaban parte del mismo mundo creado por Dios, sabiendo de antemano que poco después iba a ver que ese astro iba a retrogradar y perder ese movimiento lineal, se me erizó la piel. Pobre de él que pensaba que había encontrado algo fijo en lo que creer y le devolvía sentido a su vida y su mundo. Por eso el personaje poco después muere.
Lo mismo sucede con el conde que tenía esa gran cantidad de archivos que los protagonistas querían revisar: si Venus se lograba ver lleno quería decir que todas las conclusiones que él y su maestro habían tomado a partir de las mediciones archivadas, eran falsas ¿Cuánto más en juego que el mero lugar que ocupa un planeta en el cielo hay ahí?
Ni hablar que podemos decir esto de cada uno de los protagonistas: cada una de sus intenciones al resguardar el heliocentrismo estaban acompañadas por su visión de la vida. Creo que Oczy es el caso más ejemplar de esto.
Este anime, con capítulos en los que hay a veces pocos escenarios y personajes teniendo una charla ha sido grandioso por todo lo que he podido explicar (que sin duda podría ser más). Creo que nos puede enseñar algo que va más allá de los cosmológico: merece la pena encontrar algo que sepamos que es verdad y es importante. Encontrar algo así nos obliga a querer vivir una vida en la que nos animemos a poner en riesgo todo para alcanzar la plenitud. También nos enseña que en nuestras creencias hay mucho más en juego que la verdad: también está en juego nuestro modo de vida, nuestra ética, una perspectiva acerca de la humanidad ¿acaso no está en juego, cuando se enfrentan estas dos posiciones, una perspectiva según la cual el hombre, por ser la criatura favorita de Dios, tiene un lugar especial en el universo creado para él, con otra que, acompañada del darwinismo, pone al hombre en un lugar sin privilegio alguno? ¿No ha sido esto lo que inició el periodo nihilista en el que vivimos, periodo en el que nos sabemos como habitantes de un grano de arena entre infinitos granos de arena?


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