[Patros]

(10 Sep 2018)musgrave escribió:  @Patros,sin dudas tus palabras me resultaron mirìficas,rebosantes de una elocuencia y pasiòn ostensible por la lectura,la cual aparentemente compartimos y disfrutamos meridianamente.Otro saludo afectuoso

PD:Leì tu poema Preguntas de Mahler para una muchacha que se marcha/ agosto 2008: y me pareciò soverbio,mirìfico en todo su extensiòn.

Lo escribí hace mucho, Mus. Fue una de esas rupturas de las que está llena la vida. Ella era música y yo había aprendido amar la música tiempo atrás, so...

(11 Sep 2018)Paradox escribió:  

(01 Sep 2018)Patros escribió:  @Paradox, dale, que no sabía que te latía el budismo. Pensé que el issue de las calvas era por La Hermandad de los Calvos en D-Fragments (el último capítulo, una gloria de la literatura japonesa, hablando en serio).

Es algo un poco reciente. Todavía no estoy de acuerdo con todas sus creencias (el karma, reencarnación, etc), pero en cuanto a moralidad son bastantes parecidos a lo que yo creo. Y lo de la calvicie es algo genético

Pues ya sabes, es difícil conciliar ambos mundos (lo espiritual y lo corporal) si lo imaginamos como un todo separado, así que él no intentó fusionarlos como después harían los griegos o el cristianismo, sino separarlos desde el comienzo. Fue una aceptación gloriosa en muchos sentidos porque acataba lo humano del Ser y lo purificaba de esa forma, dejándole libre el camino de elección en un contexto donde el teísmo no fuese un axioma de necesidad, como lo es en el islam, el cristianismo en todas sus variantes y demás.
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Bueno, hoy es la fecha anunciada: 12 de septiembre, 2008. Hoy se cumplen 10 años del suicidio de David Foster Wallace y con ello quizá la perdida más importante de la literatura del siglo XXI. David era un alma generosa, pero atormentada. Pienso escribir mucho más al respecto pero de momento dejo tres cosas para conmemorarle y tenerlo siempre presente, un presente que él anticipó:

- El famoso This is water:


- El final de esa maravillosa película que fue The End of the tour:


- La famosa entrevista para ZDF alemana en 2003. Nótese los cambios de ritmo en el habla, como un grito que quiere salir y termina en una pausa. La depresión aumentaba desde entonces.

[Bustermachine]

"La Felicidad y el Suicidio" de Luis Antonio de Villena.

[musgrave]

Sin duda David fue un hombre indefinible como pocos,frontal,con una mente ilustre y sep fue una gran pèrdida para la literatura del S.XXI asi como para sus allegados;"THIS IS WATER" por otro lado es y serà una paràbola èpica e infravalorada;y con respecto al film "the end of the tour" la cual vì hace unas dos semanas aproximadamente me pareciò maravillosa,nostàlgica.

No puedo evitar parafrasear un pequeño fragmento que leì el otro dìa y que decìa asì:“Fue él quien iluminó el laberinto de manera radiante, aunque no nos haya mostrado la salida”.

[Paradox]

(12 Sep 2018)Patros escribió:  

(11 Sep 2018)Paradox escribió:  

(01 Sep 2018)Patros escribió:  @Paradox, dale, que no sabía que te latía el budismo. Pensé que el issue de las calvas era por La Hermandad de los Calvos en D-Fragments (el último capítulo, una gloria de la literatura japonesa, hablando en serio).

Es algo un poco reciente. Todavía no estoy de acuerdo con todas sus creencias (el karma, reencarnación, etc), pero en cuanto a moralidad son bastantes parecidos a lo que yo creo. Y lo de la calvicie es algo genético

Pues ya sabes, es difícil conciliar ambos mundos (lo espiritual y lo corporal) si lo imaginamos como un todo separado, así que él no intentó fusionarlos como después harían los griegos o el cristianismo, sino separarlos desde el comienzo. Fue una aceptación gloriosa en muchos sentidos porque acataba lo humano del Ser y lo purificaba de esa forma, dejándole libre el camino de elección en un contexto donde el teísmo no fuese un axioma de necesidad, como lo es en el islam, el cristianismo en todas sus variantes y demás.

Algún día me gustaría expresarme con tanta elocuencia. ¿Cuál es tu secreto? ¿Leer libros como si no hubiera mañana?

spoiler:

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Bueno, hoy es la fecha anunciada: 12 de septiembre, 2008. Hoy se cumplen 10 años del suicidio de David Foster Wallace y con ello quizá la perdida más importante de la literatura del siglo XXI. David era un alma generosa, pero atormentada. Pienso escribir mucho más al respecto pero de momento dejo tres cosas para conmemorarle y tenerlo siempre presente, un presente que él anticipó:

- El famoso This is water:


- El final de esa maravillosa película que fue The End of the tour:


- La famosa entrevista para ZDF alemana en 2003. Nótese los cambios de ritmo en el habla, como un grito que quiere salir y termina en una pausa. La depresión aumentaba desde entonces.

Hermosísimo This is Water.

[Patros]

@Paradox, nuestra generación nunca superará esa perdida, pero David ya vivía demasiado atormentado. Sé qué es estar ahí, donde no existe el concepto ''Exit'', sólo mantenerse a flote.

Sobre lo otro, Borges decía eso, que hay que leer el doble de lo que se escribe. Pero no creo que sea el caso o no mi caso y no en esas condiciones. Creo que mi única virtud desde siempre (apartando la terquedad proverbial de mis dos familias) ha sido el observar más de lo que hablo o escribo o pienso. A veces me quedo vacío mirando algo y de ahí se desprende otra cosa. Oh, eso me lo enseñaron con más conocimiento de causa los budistas therevada, hablando de.

@musgrave, curiosamente la familia de David y el Harry Randsom Center que alberga la Fundación David Foster Wallace no querían que exhibiera la película porque la consideraban una ofensa a su memoria. A nosotros nos tocó la suerte de verla en su estreno en Sundance en 2015 y yo era un paño de lagrimas. Jason Segel hizo un trabajo extraordinario. La escena final es enterrarse una daga y decir: yo viví en esta época. Y bailar.

Y sí, tienes razón, Dave nos mostró el camino pero no la salida, pero porque esta no existe: estamos atrapados para siempre, condenados a ser libres (decía Sartre). Sostenerse en el abismo o imaginar campos donde pacen rebaños no es una elección, es una decisión. Tengo muchas ideas sobre esto por el seminario que estoy tomando así que iré apuntando cosas por aquí en la medida de lo posible.

Porque a veces, sólo a veces, el arte también es la muerte del arte. Dave lo sabía como nadie en su tiempo.

[Manovich]

Pues a propósito de todo el asunto de David Foster Wallace y lo que leí aquí sobre su aniversario luctuoso, me animé a leer un libro que tenía aparcado desde hace tiempo: ''Levantar la mano sobre uno mismo'', de Jean Améry, que profundiza en el porqué el individuo decide quitarse la vida por propia voluntad, y recalco el ''por propia voluntad'' porque Améry hace una diferencia entre el suicidio por razones patológicas o sociales y el suicidio por voluntad propia, cuando el Yo psicológico y el cuerpo como organismo ya no se reconocen mutuamente. Al menos eso dice Améry.
Me pregunto cuál de las dos llevó a Foster Wallace a tomar esa decisión, pero es algo que nunca sabremos. Desconozco si está prohibido dejar el enlace del libro, pero si es así por favor quitadlo por favor:
http://espafiles.com/f/E9QtQq

[musgrave]

@Patros No era para menos que fueras un paño de làgrimas,fue una de esas pelìculas que nos dejan sonriendo con los ojos anegados de làgrimas y ese vacìo en el estòmago indicativo de una pèrdida importante,pero tambièn de un enriquecimiento intelectual y moral significativo que nos acompañara a lo largo de nuestro camino(me parece que estoy siendo demasiado ampuloso ; y con respecto a Dave nos mostró el camino pero no la salida, pero porque esta no existe: estamos atrapados para siempre, condenados a ser libres(decía Sartre);No pude evitar no acordarme a de un buen amigo y pariente con quien siempre converso acerca de este tòpico y quien claro argumenta eso mismo.

Tengo muchas ideas sobre esto por el seminario que estoy tomando así que iré apuntando cosas por aquí en la medida de lo posible.
@Patros,fabuloso!,un saludo.

PD:Porque a veces, sólo a veces, el arte también es la muerte del arte. Dave lo sabía como nadie en su tiempo.
@Patros,èpico,tal cual-cristalino.

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@Manovich,buen aporte,le voy a dar un vistazo.

[JanoBitz]

Terminé El Nombre del Viento.
Nice read, tengo que pillarme la segunda.

[Asashi]

(17 Sep 2018)JanoBitz escribió:  Terminé El Nombre del Viento.
Nice read, tengo que pillarme la segunda.

Me llama mucho la atención este libro, bro. ¿Podrías hacer una reseña más elaborada? Habrá una feria del libro pronto en mi ciudad y quizá me lo pille si me convences.

[JanoBitz]

Claro, bro.

Acercarse a algo (un libro, una película, un disco,…) con una predisposición excesivamente positiva puede ser un problema y nos puede llevar al desengaño. Esto es lo que me ocurrió a mí con El nombre del viento, un libro del que todas las reseñas e informaciones que leía ponían por las nubes, calificando a su autor Patrick Rothfuss como uno de los grandes dentro del campo de la literatura fantástica moderna. Sin embargo esa no es la impresión que me dejó el libro al finalizar su lectura. Desde luego la primera parte de lo que Rothfuss pretende que sea una trilogía no me parece un hito en la fantasía actual, pero esto no significa que haya que desechar esta obra sin dedicarle ni un segundo. Sería un grave error.
El nombre del viento podríamos inscribirlo dentro de la tradición fantástica más clásica, con un héroe joven e inocente con el que nos identificamos rápidamente, y que tratará con todas sus fuerzas de alcanzar su objetivo o misión. Este es el caso de Kvothe (pronúnciese Cuouz), un joven que forma parte de una troupe de actores y músicos errantes, que verá cambiar se vida de una forma trágica y que le llevara a convertirse en mendigo, ladrón, estudiante, mago, héroe y asesino.
En este primer libro de la saga asistimos a los primeros pasos de Kvothe, su infancia y adolescencia. Quizá uno de los mayores aciertos del autor sea convertir al propio Kvothe en narrador de su historia, ya que al comienzo de la novela nos encontramos a un Kvothe adulto trabajando como un humilde tabernero en un pueblucho perdido intentando pasar desapercibido para el resto del mundo. Allí lo encontrará por casualidad un historiador, Cronista, y al reconocerlo como el famoso mago y asesino de reyes le pedirá que le cuente la historia de su vida. La figura del Kvothe adulto, escondido del mundo, al que todos temen, y del que apenas podemos atisbar unos pocos de sus poderes y habilidades, logra atrapar al lector con facilidad y le hace desear conocer la historia de alguien tan misterioso.


Sin embargo, cuando Kvothe empieza a contar la historia de su vida la novela pierde agilidad, ritmo. Quizá sea consecuencia del estilo biográfico de la misma y de la tendencia de Rothfuss a incluir detalles e historias bastante superfluos, que nada tienen que ver con el Kvothe adulto, un asesino peligroso, sino más bien con la de un joven Lazarillo (mendigo y ladrón).
No obstante algunos lectores podrán disfrutar de esta parte de la historia. Rothfuss describe muy bien la vida de las truopes errantes con sus espectáculos en pequeños pueblos, del mendigo que nada tiene, perdido en una ciudad enorme donde tiene que robar para sobrevivir. De lo mejor de la primera parte de la novela es el trágico encuentro de la troupe de Kvothe con unos personajes siniestros que determinarán la vida del protagonista y del que nada más diré para no estropear la trama.
Pero el gran escenario de esta primera novela de la saga es la Universidad, el lugar al que Kvothe se dirigirá para convertirse en arcanista. Estos son los poseedores de unos poderes y habilidades que muchos califican de mágicos, pero que como podremos comprobar por nosotros mismos muchas veces no lo son tanto. Hay que reconocerle a Patrick Rothfuss que todas sus explicaciones sobre los arcanistas y sus poderes están muy bien encajadas en la narración, con divertidos intercambios dialécticos profesor-alumno. Sin embargo, durante todas las aventuras de Kvothe en la Universidad no pude librarme de la sensación de un aire a lo “Harry Potter” (saga que sólo conozco por sus adaptaciones cinematográficas).
Quizá la parte que se hace más pesada sea el último tercio de la novela, al alargar demasiado el enfrentamiento con cierto enemigo. En mi opinión el clímax final es demasiado extenso, y Rothfuss habría logrado darle mayor ritmo a esta parte de la novela aligerándola de páginas.
No obstante El nombre del viento es una novela entretenida, que por momentos se vuelve lenta, pero que a la larga te deja con ganas de saber cómo el joven Kvothe acaba convertido en el mítico y terrible asesino de reyes. Asimismo Rothfuss logra crear varios personajes muy bien dibujados, como el propio Kvothe, el historiador al que llaman Cronista, el arcanista Ben que inicia a Kvothe en la magia, el maestro nominador Elodin que parece haber perdido la cordura y la bella, misteriosa e independiente Denna (el personaje que me parece más interesante y realista del libro; he de reconocer que con ella Rothfuss me ganó para su causa).
Habrá que esperar para ver cómo evoluciona la saga y si Rothfuss logra un mayor agilidad en la trama de las dos partes que quedan de la historia de Kvothe. En mi estantería ya espera para ser leído el siguiente tomo, El temor de un hombre sabio, y mientras tanto Patrick Rothfuss todavía no ha concluido el último libro de la trilogía, del que ni siquiera ha desvelado el título.